viernes, 30 de octubre de 2009
¿Halloween romano?
La celebración de Halloween va sustituyendo poco a poco a la celebración de Todos los Santos. Recuerdo que antes mi madre nos daba castañas, higos y nueces y nos íbamos al campo a celebrar la fiesta. Al día siguiente llevábamos flores al cementerio para honrar a nuestros difuntos. Ahora, en cambio, mis hijos se disfrazan de brujas y monstruos terroríficos y salen divertidos a la calle llamando de puerta en puerta y diciéndote aquello de "truco o trato".
La fiesta de Halloween también tiene que ver con los difuntos. Los celtas de Gran Bretaña y Francia la celebraban para marcar el comienzo del solsticio de invierno y del año celta.
En este día pensaban que los muertos volvían del otro mundo. Para tenerlos contentos, se les dejaba un poco de comida, y evitar así su enfado y las maldiciones que pudieran acarrear. Los sacerdotes celtas, llamados druidas, se vestían de una forma especial para la ocasión, procurando poner de este modo en contacto a vivos y muertos.
Los romanos tenían su propia celebración de los difuntos, las Feralia. En febrero celebraban el día de los difuntos, en el que se llevaban comida y regalos a los difuntos. Ovidio recoge un suceso muy hermoso en torno a este día.
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